Si las relaciones individuales amistad amor ocupan el primer lugar, en las sociales no se pueden perder de vista la rectitud de conducta, que hemos llamado honestidad en sentido genérico y que empiezan con el comportamiento del individuo consigo mismo. Es éste uno de los aspectos de la conducta humana que más debe preocupar a un hombre como SM: el Rey como jefe de Estado, y que cuya vida transcurre en buena parte a las personas que ostentan el poder tanto en la vida social como política. No parece que sea una costante en la vida de su majestad, al no apartar al Duque de Palma del entorno y el resto de los ciudadanos ser informados al no poder acallar voces de los profesionales de la prensa. Majestad, como la mujer del Cesar, ademas de ser decente hay que aparentarlo.
Viva La Republíca.
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