Cuando hoy se atreven algunos "ilustrados" a comentar el miedo que los Andaluces hemos demostrado en las elecciones, me recuerdan a mi infancia cuando a los niños que no asistiamos a misa los domingos y fiestas de guardar, eramos acusados de infieles, ateos, incluso de anticristo, eso nos lo decian los mismos que hoy acusan a los obreros huelguistas de desarrapados inmisericordes y antipatriotas, es decir nada a cambiado en la España del Nacional-Catolicismo los que ayer criminalizaban a los pobres  y llenaban sus mesas con manjares mientras el pueblo ateo y rojo fallecía de hambre, hoy se marchan a los paraisos fiscales que les daran seguridad de futuro. La vergüenza que deben sentir los que no sienten vergüenza, se debe reflejar en los presupuestos generales del estado y en la ineficacia de los inspectores complices de un sistema de ladrones, que todo dios debe dar por malo, de lo contrario somos corresponsable de la tropelía que les causamos al futuro.