sábado, 2 de febrero de 2013

              Cómo ser cabecilla
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Cuando un cabecilla da una orden,no dispone de medios físicos certeros para castigar a todos aquellos que lo desobedecen.Por consguiente,si quiere mantener su puesto,dará pocas ordenes.El poder político genuino depende de su capacidad para expulsar o exterminar cualquier alianza previsible de individuos o grupos insumisos.Entre los esquimales,un grupo seguirá a un cazador destacado y atacará su opinión con respecto a la selección de cazadores;pero en todos los demás asuntos,la opinión del (líder) no pesará más que la de cualquier otro hombre.De manera similar, entre las mafias cada banda tiene sus líderes reconocidos sin distinción hoy entre hombres y mujeres.Estos cabecillas toman la palabra con mayor frecuencia que los demás y se les escucha con algo más de deferencia,pero no poseen ninguna autoridad explícita y sólo pueden usar su fuerza de persuación,nunca dar órdenes.Cuando el FMI, se preguntaba si el PP tendría cabecillas, alguien se apresuró a ocupar el puesto de cabecilla en un banco de posterior hundimiento nacional, el mismo FMI se cuestionó la calidad de estos y la ausencia de un lider con categoría de padrino.Ser cabecilla puede resultar una responsabilidad fructrante y tediosa. Los cabecillas de las mafias a la vieja usanza Norte-Americána traen a la memoria la fervorosa actuación de los jefes de las tropas.Cerrar filas con la "cabeza" de la mafia, es una realidad que se aleja de lo que se debe entender a nivel de ciudadanía del honrado oficio de político. Es por esto que asistimos a un pretas las filas, escuchando la misma letra, en una música que suena a perruna, no me consta,me voy a querellar,que háble la justicia, y mientras tanto el país se desangra entre el hambre la misería y el miedo.
Sólo una advertencia a las mafias políticas, puesde ser, que cuando lo intenten arreglar ya sea demasiado tarde para una España cainita.

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